3 de noviembre de 2014

EL PAPEL DE LAS ACTIVIDADES PRÁCTICAS EN LA EDUCACIÓN

Como buenos maestros, que casi somos ya, debemos saber manejar adecuadamente las leyes de educación, estas son las que nos indican el camino que tenemos que seguir en nuestras clases.
Haciendo una profunda revisión de las leyes vigentes en Educación Infantil (mención aparte se merece el hecho de que con cada cambio de Gobierno tengamos un cambio de ley educativa) he podido comprobar que en esta etapa se hace especial hincapié en la importancia que tienen las actividades prácticas. Tanto en el Real Decreto 1630/2006 de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas del segundo ciclo de Educación Infantil como la Orden de 5 de agosto de 2008, por la que se desarrolla el Currículo correspondiente a la Educación Infantil en Andalucía se recalca la conveniencia de experimentar y manipular el entorno físico y natural de los niños, esto les ayudará a construir su propio aprendizaje y a conocer y comprender mejor la realidad que les rodea.
Según el marco legal al que estamos haciendo referencia, somos los propios educadores los que debemos ofrecer a los alumnos diferentes experiencias para que puedan interactuar con el medio del que forman parte. A través de la observación e investigación de los fenómenos que rodean a los niños estos intentarán darles una explicación y por tanto dotarlos de sentido, para ello es necesario que los pequeños enuncien sus  ideas y teorías, incluso que compartan sus propias interpretaciones sobre los sucesos. Pero es con la manipulación y experimentación directa con la que nuestros alumnos aprenderán las relaciones de causa-efecto aprendiendo por tanto las causas que  provocan dichos fenómenos. Sin duda la clave de todo está en vivenciar las situaciones.
Sin embargo, a pesar de la relevancia que se le otorga a las experiencias prácticas en las leyes educativas, no estoy segura de que estas se lleven a cabo en la realidad de las aulas.  Mi relación con el sistema educativo ha sido bastante extensa, en primer lugar como alumna y posteriormente como maestra en prácticas a lo largo de varios periodos de tiempo, en ninguno de los casos se han aplicado experiencias prácticas en el estudio de las ciencias. Tanto en la etapa de estudiante como en las prácticas en centros educativos que he vivido los maestros se limitaban a recitar información de una forma totalmente descontextualizada de la realidad, lo que se traduce en que no se llegan a comprender realmente los contenidos.

Afortunadamente cada vez se están aplicando más proyectos en las aulas cuyo hilo conductor se basa en las experiencias prácticas, son numerosos los expertos que avalan la importancia de la manipulación y experimentación para que los niños elaboren su propio aprendizaje. Claro ejemplo de esto es el proyecto ¨Taller de ciencias: investigo¨ del CEIP Clara Campoamor de Bormujos (Sevilla). En este centro mediante el uso de un huerto escolar los niños de Educación Infantil y Primaria realizaron varias investigaciones y actividades para conocer las plantas, para llevar a cabo toda la intervención educativa partieron de los propios intereses de los alumnos lo que hizo que fuera el propio interés de los niños lo que provoca su motivación y con ello sus ganas  por aprender. No es necesario disponer de un huerto escolar para realizar experiencias prácticas en el aula, se pueden realizar muchas experiencias sencillas y con materiales muy asequibles tal y como iremos viendo próximamente.

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